En un bol, formar un volcán con la harina y agregar las yemas de huevo, el agua y el aceite de oliva. Mezclar a baja velocidad con el eje en forma de gancho. En cuanto la masa empiece a volverse arenosa, trabajarla a mano para darle elasticidad y añadir una cucharada de agua si fuese necesario (la textura de la masa debe ser suave y elástica, pero ni quebradiza ni pegajosa).
Dejar reposar al menos 30 minutos en la nevera envuelta con plástico. Luego, se podrá utilizar según se necesite.
Pelar el diente de ajo, cortarlo por la mitad y retirar el germen.
Mezclar la albahaca, el ajo y los piñones.
Añadir el parmesano, el aceite de oliva, el zumo de limón y mezclar unos segundos más.
Mezclar la mozzarella con el pimiento y el cebollino.
Salar y reservar.
Dividir la masa de raviolis a la mitad.
En una encimera enharinada, estirarla con el rodillo hasta conseguir una masa muy fina.
Humedecer una de las masas con agua con ayuda de un pincel.
Colocar montoncitos de mozzarella y cubrir con la otra masa.
Disporre dei pezzetti di mozzarella e ricoprire con la seconda sfoglia di pasta.
Presionar con delicadeza alrededor del relleno con los dedos para que se peguen las dos capas de masa.
Luego cortar los raviolis con un cortador.
Poner a hervir una olla grande de agua con una pizca de sal gruesa.
Cocer los raviolis de 2 a 3 minutos. Escurrirlos y mezclarlos con el pesto.